Lectura crítica 8°
Taller de Lectura crítica
Grado 8: _________Profesora: Inéfina Palacios Rivas
Logros
Ø Identificar las
características de la narrativa.
Ø Reconocer las
propiedades del cuento.
Ø Elaborar un cuadro
sinóptico.
Una reputación
La cortesía no es mi fuerte. En los autobuses suelo
disimular esta carencia con la lectura o el abatimiento. Pero hoy me
levanté de mi asiento automáticamente, ante una mujer que estaba de pie, con un
vago aspecto de ángel anunciador.
La dama beneficiada por ese rasgo involuntario lo
agradeció con palabras tan efusivas, que atrajeron la atención de dos o tres pasajeros.
Poco después se desocupó el asiento inmediato, y al ofrecérmelo con leve y
significativo ademán, el ángel tuvo un hermoso gesto de alivio. Me senté allí
con la esperanza de que viajaríamos sin desazón alguna.
Pero ese día me estaba destinado, misteriosamente.
Subió al autobús otra mujer, sin alas aparentes. Una buena ocasión se
presentaba para poner las cosas en su sitio; pero no fue aprovechada por mí.
Naturalmente, yo podía permanecer sentado, destruyendo así el germen de una
falsa reputación. Sin embargo, débil y sintiéndome ya comprometido con mi
compañera, me apresuré a levantarme, ofreciendo con reverencia el asiento a la
recién llegada. Tal parece que nadie le había hecho en toda su vida un homenaje
parecido: llevó las cosas al extremo con sus turbadas palabras de
reconocimiento.
Esta vez no fueron ya dos ni tres las personas que
aprobaron sonrientes mi cortesía. Por lo menos la mitad del pasaje puso los
ojos en mí, como diciendo: “He aquí un caballero”. Tuve la idea de
abandonar el vehículo, pero la deseché inmediatamente, sometiéndome con
honradez a la situación, alimentando la esperanza de que las cosas se
detuvieran allí.
Dos calles adelante bajaron un pasajero. Desde el otro
extremo del autobús, una señora me designó para ocupar el asiento vacío. Lo
hizo sólo con una mirada, pero tan imperiosa, que detuvo el ademán de un
individuo que se me adelantaba; y tan suave, que yo atravesé el camino con paso
vacilante para ocupar en aquel asiento un sitio de honor. Algunos viajeros
masculinos que iban de pie sonrieron con desprecio. Yo adiviné su envidia, sus
celos, su resentimiento, y me sentí un poco angustiado. Las señoras, en cambio,
parecían protegerme con su efusiva aprobación silenciosa.
Una nueva prueba, mucho más importante que las anteriores,
me aguardaba en la esquina siguiente: subió al camión una señora con dos niños
pequeños. Un angelito en brazos y otro que apenas caminaba. Obedeciendo la
orden unánime, me levanté inmediatamente y fui al encuentro de aquel grupo
conmovedor. La señora venía complicada con dos o tres paquetes; tuvo que correr
media cuadra por lo menos, y no lograba abrir su gran bolso de mano. La ayudé
eficazmente en todo lo posible; la desembaracé de nenes y envoltorios, gestioné
con el chofer la exención de pago para los niños, y la señora quedó
instalada finalmente en mi asiento, que la custodia femenina había conservado
libre de intrusos. Guardé la manita del niño mayor entre las mías.
Mis compromisos para con el pasaje habían aumentado de
manera decisiva. Todos esperaban de mí cualquier cosa. Yo personificaba en
aquellos momentos los ideales femeninos de caballerosidad y de protección a los
débiles. La responsabilidad oprimía mi cuerpo como una coraza agobiante, y yo
echaba de menos una buena tizona en el costado. Porque no dejaban de
ocurrírseme cosas graves. Por ejemplo, si un pasajero se propasaba con alguna
dama, cosa nada rara en los autobuses, yo debía amonestar al agresor y
aun entrar en combate con él. En todo caso, las señoras parecían completamente
seguras de mis reacciones de Bayardo. Me sentí al borde del drama.
En esto llegamos a la esquina en que debía bajarme.
Divisé mi casa como una tierra prometida. Pero no descendí incapaz de moverme,
la arrancada del autobús me dio una idea de lo que debe ser una aventura
trasatlántica. Pude recobrarme rápidamente; yo no podía desertar, así como así,
defraudando a las que en mí habían depositado su seguridad, confiándome un
puesto de mando. Además, debo confesar que me sentí cohibido ante la idea de
que mi descenso pusiera en libertad impulsos hasta entonces contenidos. Si por
un lado yo tenía asegurada la mayoría femenina, no estaba muy tranquilo acerca
de mi reputación entre los hombres. Al bajarme, bien podría estallar a mis
espaldas la ovación o la rechifla. Y no quise correr tal riesgo. ¿Y si
aprovechando mi ausencia un resentido daba rienda suelta a su bajeza? Decidí
quedarme y bajar el último, en la terminal, hasta que todos estuvieran a salvo.
Las señoras fueron bajando una a una en sus esquinas
respectivas, con toda felicidad. El chofer ¡santo Dios! acercaba el vehículo
junto a la acera, lo detenía completamente y esperaba a que las damas pusieran
sus dos pies en tierra firme. En el último momento, vi en cada rostro un gesto
de simpatía, algo así como el esbozo de una despedida cariñosa. La señora de
los niños bajó finalmente, auxiliada por mí, no sin regalarme un par de besos
infantiles que todavía gravitan en mi corazón, como un remordimiento.
Descendí en una esquina desolada, casi montaraz,
sin pompa ni ceremonia. En mi espíritu había grandes reservas de heroísmo sin
empleo, mientras el autobús se alejaba vacío de aquella asamblea dispersa y
fortuita que consagró mi reputación de caballero.
Juan José Arreola (fragmento). Obras. 1995
Antes de leer: Activa saberes.
1.Explica que entiendes cuando dice: “tiene
buena reputación” ¿qué es para ti la reputación?
Identifica paratextos.
2. Lee la primera oración y responde: ¿qué tipo
de narrador va a contar la historia?, ¿el narrador participará en la historia o
solo será testigo de ella?
Explica recursos.
3. Explica cuál ¿qué valores del personaje se
destacan explícitamente durante el cuento?
Comprueba la comprensión
4. Explica con tus palabras el sentido de la afirmación:
“Pero ese día me estaba destinado, misteriosamente”.
Actualiza saberes
5. Responde. ¿Qué valores del personaje se
destacan implícitamente durante el cuento?
Desarrollo de habilidades
6. Explica la razón por la que el personaje se
siente culpable. Justifica tu respuesta con un fragmento del texto.
Después de leer
7. Identifica la respuesta correcta. ¿qué palabras
identifican la reacción de los otros hombres que viajaban en el autobús ante el
comportamiento del personaje?
A. Desprecio y envidia
B. sonrisa de apoyo
C. indiferencia
8. el personaje si siente por un movimiento como
un héroe cuando…
A. le paga el pasaje a la señora que va con los
chiquillos.
B. se baja del bus porque todos los están
mirando.
C. piensa que defenderá en combate a la mujer
que sea atacada por u hombre.
D. se levanta de su asiento y lo cede, por
primera vez una mujer.
9. el personaje no se baja del bus cuando va
cerca a su casa porque...
A. no quiere que sepan donde vive.
B. se siente cohibido por lo que pueda pasar.
C. quiere hablar con la señora que lleva los dos
niños.
D. espera ayudar a tras mujeres en el autobús.
10. señala que indica la expresión. “en el
último momento, vi en cada rostro un gesto de simpatía, algo así como el esbozo
de una despedida cariñosa”.
A. las mujeres sentían pena con el hombre y no
se atrevían a decirle nada.}
B. los pasajeros se sentían felices y tranquilos
porque por fin habían llegado.
C. el protagonista siente que todas las mujeres
expresan agradecimiento hasta el final del viaje.
Personaje.
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Espacio.
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Tiempo.
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Tipo de narrador.
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Comprende el sentido global
12. Explica el mensaje central de este cuento.
Relaciona información textual
13. Relee los párrafos inicial y final. Explica
cómo se relaciona con el comportamiento del personaje.
14. Relaciona los enunciados con sus ejemplos.
Narrador protagonista
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“Subió al autobús otra mujer”
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Descripción literaria
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“Con un vago aspecto de ángel anunciador”
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Narración no literaria
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“La responsabilidad oprima mi cuerpo como una coraza
agobiante”
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Descripción literaria
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“Yo adiviné su envidia, sus celos, su resentimiento”
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Reflexiona acerca del texto
15. Lee las siguientes preguntas y escribe tu
respuesta.
A. ¿Qué relación hay entre el nombre del cuento
y lo que en él se describe?
B. ¿Es una narración descriptiva de una situación,
o hay algún mensaje oculto en la historia?
Evalúa el contenido a partir de otros textos
16. Relaciona el contenido de la lectura con tus
experiencias personales y contesta:
A. ¿consideras que en el transporte público lo
hombres deben tener el mismo comportamiento que el personaje del cuento?, ¿por
qué?
B. ¿De qué otras formas los hombres y mujeres expresan
su solidaridad?
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